Nadie me iba a decir que subir al Fuji podría llevar las imágenes que vi desde lo alto.
No me garantizaba llegar a mi misma. Yo misma me propuse no bajar. Menos mal.
Un amanecer en Fuji bien vale una subida en la que poco a poco notas que te falta algo de oxígeno cuando empiezas a marearte y el frio entra sin piedad por tu cuerpo y sólo buscas un poco de calor en el rayo de sol que está saliendo.
La subida fue diferente. En una noche estrellada como ninguna y con un terreno volcánico de piedras y tierra suelta, las miles de personas que subíamos formábamos una marea de linternas y velas hacia la cumbre.
Y el volcán ya apagado nos regaló el cielo despejado.
Fue mágico.
ON THE ROAD: "Cantares" - Serrat&Sabina en "Dos pajaros a tiro" y parte del libro que leí que me regaló esto:
"Sube despacio
pequeño caracol
¡Estás en el monte Fuji!"
[...]
-"Dime una cosa, ¿cuánto mide el monte Fuji?"
-Pues... a ver, espera... 'punto culminate de Japón constituido por un volcán apagado, 3.776 metros'
...caminante no hay camino, sino estelas en la mar...
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